El periodo de vida de un par de pastillas de freno depende de muchas
variantes, entre ellas el hábito de manejo de cada conductor y material
con el que están hechas. Debido a esto, no hay un estándar que haya sido
establecido por mecánicos o fabricantes, pueden durar de 48.000 a 112.000 Km e incluso hasta más.
El rango varía principalmente por el tipo y composición de manufactura, además están otros factores como calor, presión, y fricción en cantidades que cada conductor aplique al pisar el pedal de freno.
Aclarado lo anterior procedamos a dar los detalles de fabricación de las pastillas de freno, las cuales están hechas de un material friccional que puede ser de cuatro tipos: orgánica, semimetálica, metálica y sintética. Cada una tiene características que describiremos a continuación:
Orgánica: Están hechas de fibras no metálicas unidas en un material compuesto. Éste es después es tratado con modificadores de fricción incluyendo grafito, metales en polvo e incluso cáscaras de nuez. Materiales para relleno son agregados para reducir el ruido y afectar la transferencia de calor, entre otros factores.
Semimetálicos: Esta pastilla es una mezcla de materiales orgánicos y metales –que van desde acero y hierro hasta cobre- moldeados y unidos para formar la pastilla de freno. Éstas son más duras y resistentes al calor.
Metálicas: Este material es formado por una variedad y mezcla de metales unidos a presión. Usados originalmente en autos de competición, actualmente -gracias a los avances en la composición de las pastillas orgánicas y semimetálicas- han hecho que las pastillas de freno metálicas sean casi obsoletas.
Sintéticas: Se les conoce también como cerámicas. Están hechas de una composición de materiales no orgánicos ni metálicos, usualmente fibra de vidrio y aramida. Estas pastillas de freno pesan casi la mitad que el promedio, son más fuertes, se mantienen más frías y reducen el calor; asimismo duran más que cualquier otra. El pero es que pueden llegar a costar más del doble que una pastilla normal.
El rango varía principalmente por el tipo y composición de manufactura, además están otros factores como calor, presión, y fricción en cantidades que cada conductor aplique al pisar el pedal de freno.
Aclarado lo anterior procedamos a dar los detalles de fabricación de las pastillas de freno, las cuales están hechas de un material friccional que puede ser de cuatro tipos: orgánica, semimetálica, metálica y sintética. Cada una tiene características que describiremos a continuación:
Orgánica: Están hechas de fibras no metálicas unidas en un material compuesto. Éste es después es tratado con modificadores de fricción incluyendo grafito, metales en polvo e incluso cáscaras de nuez. Materiales para relleno son agregados para reducir el ruido y afectar la transferencia de calor, entre otros factores.
Semimetálicos: Esta pastilla es una mezcla de materiales orgánicos y metales –que van desde acero y hierro hasta cobre- moldeados y unidos para formar la pastilla de freno. Éstas son más duras y resistentes al calor.
Metálicas: Este material es formado por una variedad y mezcla de metales unidos a presión. Usados originalmente en autos de competición, actualmente -gracias a los avances en la composición de las pastillas orgánicas y semimetálicas- han hecho que las pastillas de freno metálicas sean casi obsoletas.
Sintéticas: Se les conoce también como cerámicas. Están hechas de una composición de materiales no orgánicos ni metálicos, usualmente fibra de vidrio y aramida. Estas pastillas de freno pesan casi la mitad que el promedio, son más fuertes, se mantienen más frías y reducen el calor; asimismo duran más que cualquier otra. El pero es que pueden llegar a costar más del doble que una pastilla normal.
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